Benidorm es como Las Vegas. No queremos convencerte de pasar allí tus vacaciones, pero es sin duda un lugar que hay que visitar una vez en la vida para vivirlo y entenderlo. La visión del alcalde Pedro Zaragoza impulsó en 1953 la ordenación urbanística de un pequeño pueblo empobrecido, poniendo las bases para convertirlo en lo que es hoy: la meca del turismo de masas, un modelo económico sostenible sin igual, de una ciudad que concentra alrededor del 45% de la renta turística valenciana, ocupando solo el 1% del litoral.
El reconocido sociólogo, fiel defensor de Benidorm, José Miguel Iribas, nos enseñó a amar esta ciudad y siempre recordaremos su célebra frase: “Benidorm es al turismo lo que la Coca-Cola a la vida: asequible, divertida, para todas las edades y combina bien con todo”.