A menudo se dice que Valencia ha vivido de espaldas al mar. Todo menos cierto, ya que Valencia, una ciudad fluvial, siempre ha tenido una relación con su frente marítimo. Sus históricos poblados marítimos son un claro ejemplo de ello. Poco conocidos hasta finales del XIX cuando las teorías higienistas descubren los beneficios del mar y empiezan a atraer la burguesía valenciana y con ello la arquitectura modernista.